Para algunas personas la cocina del día a a día no se presenta fácil y les resulta abrumador y complicado. Pero realmente si tienes recetas fáciles para seguir y tienes un poco de paciencia, no deberías de tener problemas, todo depende también de la organización previa, tener todos los ingredientes en casa es muy importante. A continuación te damos unos tips para organizarte mejor.

  1. TEN LOS INGREDIENTES LISTOS
    Planifica tus comidas y elige qué menús vas a preparar en la semana. En base a eso haz la lista del supermercado y compra los ingredientes. Hay algunos que deberías de tener siempre en casa:
    – Pollo, carne de res, carne de cerdo, mariscos y pescados congelados en porciones pequeñas.
    – Perejil, cilantro, romero, tomillo y eneldo fresco. Estas hierbas hay que envolverlas en papel mayordomo y luego en una bolsa al vacío para que duren.
    – Mantén especias en polvo como Sazonador Italiano, Orégano, Albahaca, Tomillo, Eneldo, Curry, Mostaza en polvo, Canela y de esa forma tenerlas siempre a la mano.
    – Pasta cruda
    – Pan congelado
  2. NO OLVIDES LOS VEGETALES
    Son muy importantes para tu salud y alimentación, no los sacrifiques por falta de tiempo. Hoy en día, encuentras vegetales ya cortados o porcionados en el supermercado que son muy fáciles de preparar. Compra 2 para tu semana y varíalos para no aburrirte.
  3. PREPARA ALIMENTOS QUE PUEDAS CONGELAR PREPARADOS Y QUE SEAN FÁCILES DE DESCONGELAR Y CALENTAR
    Mantén arroz variado congelado en porciones. También puedes congelar puré de papa por ejemplo.
  4. MARINA LAS CARNES ANTES DE CONGELARLAS
    Compra diferentes cortes de carnes y marínalos de diferentes forma. Guárdalo en recipientes herméticos o bolsas y congélalos ya marinados para luego descongelar y preparar según lo requiera la receta.
  5. SEPARA TUS PORCIONES DE LA SEMANA
    Una vez preparada la comida, sepárala en las porciones en recipientes herméticos, así tendrás lista la comida de toda la semana.

Disfruta el tiempo en la cocina. Pon tu playlist favorito, tómate una copa de vino y eso hará más agradable el momento. ¡Suerte!

 

¡Hola! Me llamo Jimena, soy quien está detrás de Cocina al Chile!® y quiero darte las gracias por leerme y ser parte de nuestra comunidad. Empecé este viaje hace más de 8 años y hoy estoy aquí gracias a la confianza y apoyo de muchas personas, ¡especialmente de ustedes! Empecé con el primer libro “31 Días de Sabor”, un menú para cada día del mes. En el 2018 publiqué “31 Días de Sabor Light”, y este año en mayo, “31 Días de Sabor Edición Loncheras”.

Lamentablemente “31 Días de Sabor” ya se agotó, pero la buena noticia es que muy pronto sacaremos una segunda edición mejorada y más completa. ¿Tienes alguna sugerencia?

“31 Días de Sabor Light”, trae un menú saludable para cada día del mes. Incluye recetas para preparar 31 desayunos variados entre dulces (se pueden usar como refacción o postre) y salados (se pueden usar como cena) sin grasa y sin azúcar; recetas para preparar 31 platos fuertes a base de proteína animal y vegetal sin grasa y sin azúcar; recetas para preparar 31 acompañamientos a base de vegetales (sirven como cena acompañados de una proteína o un carbohidrato) sin grasa y sin azúcar. Trae la lista completa del supermercado y cada receta contiene la tabla nutricional. ¡Este está por agotarse! Nos quedan muy pocos ejemplares y tardaremos un poco en sacar la segunda edición.

“31 Días de Sabor Edición Loncheras”, contiene un menú diferente para cada día del mes escolar. Trae 20 loncheras, cada una con 3 recetas. Cada lonchera cumple con las porciones adecuadas para niños entre 4 y 13 años, abarcando todos los estratos recomendados de la pirámide nutricional, para asegurarse que el niño tiene una buena nutrición en los momentos en que no están con los padres. Cada una trae su tabla nutricional, y el libro trae la lista completa del supermercado para todo el mes.

Si quieres comprar un libro, puedes escribirme un mensaje directo a cualquiera de nuestras redes y con gusto te lo haremos llegar. La venta la hacemos a domicilio, puedes pagar con cheque, efectivo, depósito o transferencia. Si quieres pagar con tarjeta de crédito, tenemos que agendar una cita contigo, ya que el POS que tenemos requiere que estés presente.

Quiero ayudarte a simplificar tu día a día en la cocina, es muy fácil si no te complicas, estos libros están para ayudarte a que te organices mejor. En esta página tenemos muchas recetas publicadas que no están en los libros para complementar tu repertorio de recetas, puedes consultar aquí todas las categorías. Quiero saber tu opinión siempre, es muy importante saber qué necesitas y en qué te puedo ayudar para hacer mi trabajo mejor cada día y que tenga sentido. Escríbeme para darme tu opinión, ¡estoy a las órdenes!

Otra vez te agradezco por seguirme y ser parte de esta comunidad. ¡Gracias!

Jimena Rubio

Todos los domingos acostumbramos a almorzar en un restaurante. La verdad, es que no se sentiría como domingo si no almorzáramos fuera. A pesar que siempre salimos insatisfechos con la comida de Los Cebollines, esta vez decidimos volver a darle otra oportunidad. Por lo regular pido un Caldo Tlalpeño, (que de todo el menú es lo más rescatable) pero esta vez mi mamá nos convenció de pedir un mega Burrito para compartir entre 4. Pedimos al mesero que no le pusieran la salsa que lleva encima porque nos advirtió que picaba y 2 de las 4 personas que íbamos a comer de este plato padecemos de colon irritable.
El famoso Burrito venía como en la foto (siento mucho que sea una mala foto, pero no había buena luz). La lechuga SÚPER sobraba. Es necesario que empecemos a entender que si no aporta al plato, es un genuino desperdicio y los tiempos no están para esto. El pico de gallo y demás salsas que venían con el plato son muy escasas, no alcanzan para todos, y este es evidentemente un plato para compartir. Se los pongo así: si les encanta los frijoles, pidan el mega burrito. El sabor no era malo, pero sólo sabía a frijol.
La verdad es que una vez más confirmo que de lLs Cebollines lo que realmente vale la pena es el servicio, porque es MUY bueno.
No obstante, no volvería a pedir este plato porque simplemente no llena las cualidades de un Burrito. ¿Volverá ir a los Cebollines? Si es por el Caldo Tlalpeño o la Sopa de Tortilla, sí y sólo por esos 2 platos. Prefiero ir a lo seguro que arriesgarme a comer mal por querer probar algo nuevo.

Irina Rohrmoser Moreno

Este año, mi prima decidió celebrar el cumpleaños de mi ahijado en Chilli’s. La idea era llegar a la “ley de Cristo” en plan totalmente informal. El concepto me encantó porque fue sencillo, íntimo y de alguna forma, muy especial. Nos gozamos al cumpleañerito porque estábamos sólo entre familia y tenía toda nuestra atención.
Yo no había ido al área de juegos (en Chili’s Zona 10), y en serio que me encantó, pude comer en paz porque el área está muy bien diseñada y los niños se la pasan genial, así que en lo que mami comía, ¡los jovenazos jugaban!
Sin embargo, no me gocé mi comida por estas 2 razones:
1) Me decidí por el “menú lunch” de quesadilla porque no quería algo tan caro ni tan grande. Lamentablemente, para el tamaño que era me pareció caro para ser una tortilla de harina doblada a la mitad.
Me sorprendió que no trajera guacamol, pues es como mandatorio combinarla con pico de gallo, crema y guacamol. Sin embargo, venía acompañada de unos frijoles parados muy ricos y arroz, así que mejoró un poco el plato.
Entiendo que es un menú mas económico y por ende se sacrifica (aunque no debería) la calidad, pero en serio estaba MUY escasa de todo. Poco queso, poco chile pimiento y muy muy poco pollo, lo que me lleva al siguiente punto:
2) Pedí una quesadilla de carne, ¡no de pollo! ¡PLOP!
Pude haberla cambiado, lo sé. Pero no soporto la idea de tirar comida o que haya consecuencias contra el mesero como cobrárselas (NO estoy diciendo que eso hagan en Chilli’s, pero en general me da siempre miedo que pase en cualquier lugar).
El servicio no fue malo y por eso como crítica constructiva, se lo hice ver al mesero quien muy amablemente ofreció cambiarla.
Resumiendo: ¿volvería a regresar? ¡Sí! Ante una invitación similar, no creo que por iniciativa propia. No es el tipo de restaurantes donde encuentre algo que se me antoje demasiado como para ir.
Eso sí, regresaría por los juegos porque definitivamente mis hijos los amaron. Y lo que es seguro, es que no pediría el “menú lunch” (o la quesadilla en general) para no arriesgarme a lo mismo.


Irina Rohrmoser Moreno

Abrimos un nuevo espacio en nuestro blog para poder hacer reseñas de platos, bebidas y servicio de diferentes restaurantes en Guatemala. Para ello invitamos a nuestra querida amiga Irina Rohrmoser Moreno a que forme parte de la familia de Cocina al Chile!®. Irina, es comunicadora de profesión pero se dedica a la fotografía desde hace unos 5 años. Nos cuenta:
“Soy mamá de 2 niños que me traen loca y esposa de otro niñote que me está volviendo loca. No, no soy chef, ni foodie. Soy sólo una comensal como tú y como cualquier otra persona. Me gusta comer bien y recomendar en dónde hacerlo. Pero si no me gusta, también te voy a decir a dónde no ir o qué no vale la pena pedir. No soy experta, es sólo mi humilde opinión sobre los lugares que visito.” A continuación, les compartimos la primera reseña de Irina.

_____

Hace unos cuantos años, viví un tiempo en Barcelona. Además de enamorarme de la ciudad, su cultura y su todo! Me enamoré de la variedad gastronómica. Podría decir que casi no pasaba una semana sin que comiéramos un shawarma de cordero. Es de las cosas que siempre he añorado en Guate y que aún no he encontrado. Me emocioné al ver que en Le Café tenían esta opción, así que con un poco de duda (porque siempre pido los chuchitos de queso panela, que son en verdad espectaculares), decidí darle el beneficio de la duda. Para acompañarlo, pedimos para compartir con mi esposo una ensalada de quínoa mediterránea.
La mezcla de la carne de cordero, con el pan pita y el guacamol, me pareció interesante. No sabía mal, pero la carne en verdad estaba muy, muy, MUY seca. Casi achicharronada. Le hice la observación al mesero y su respuesta fue que así era y que de hecho “le faltó un poco”. Entendí entonces que mi elección fue mala y no era cuestión de “suerte”. Igual me lo comí porque soy de las personas que odia el desperdicio y que a cualquier plato le encuentra lo bueno. Al final de cuentas, terminó siendo más guacamol que otra cosa, lo cual no me molesta, pero en definitiva no volvería a repetir.

Sin embargo, quedé fascinada con 2 cosas en Le Café:

1) La ensalada de quínoa mediterránea. Una delicia en verdad! Seguro la volveré a comer y más de una vez.

2) Algo que no me sorprende pues siempre ha sido así: ¡el servicio! Todos los meseros y personal de Le Café es sumamente amable, respetuoso y atento. Pero esta vez me quedé boquiabierta, pues en la mesa detrás de la nuestra había un mini evento que se notaba improvisado. Era (de lo que entendí) un “baby shower”, y uno de los meseros estaba arrullando a un bebé en su carruaje. Esto, señores y señoras ¡NO TIENE PRECIO! Es llevar el buen servicio a otro nivel. Yo, como madre de 2 niños, se lo que uno valora poder tomarse un café en paz y sobre todo caliente, y ese mesero le dio esa oportunidad a esos padres. Un aplauso para él y otro para Le Café.

Así que los pros: la ensalada de quínoa mediterránea y el servicio al cliente.
Contras: el shawarma de cordero.
Resumen: habiendo tan buen servicio y tanta variedad en el menú, no vale la pena “engancharse” en la necedad de encontrar un shawarma en Guate.

Seguro regreso a Le Café porque tiene ¡muchísimas cosas buenas para hacerlo!

Irina Rohrmoser Moreno

 

 

Hace unos días, la Universidad del Istmo de Guatemala, publicó este artículo sobre mí.

 

Hace 15 años, Jimena Rubio limpiaba su toga para posar frente al lente como una diseñadora gráfica recién graduada de la Universidad del Istmo (UNIS). Hoy, como una magnífica profesional, se dedica a procurar que otro tipo de retratos salgan perfectos para la cámara. Es una prestigiosa foodstylist que, durante más de ocho años, ha marcado la diferencia en Guatemala con la calidad y la dedicación de su “apetitosa” labor.

Esta aficionada de la cocina descubrió su pasión por el foodstyling luego de caminar por varias agencias de publicidad y convertirse en madre. Se lanzó al agua cuando los clientes de sus diseños le empezaron a encomendar la elaboración de recetarios y la preparación de los platos para sus fotografías. Así lo cuenta: “Me convertí en foodstylist sin querer, me recomendaban de boca en boca. Lo que hago es el maquillaje de la comida, para que sea apetitosa frente a todos los que vean la publicidad”.

Gracias a la combinación de sus conocimientos culinarios, sus habilidades gráficas y su experiencia en el foodstyling, Jimena ha tenido un rotundo éxito: ha trabajado para prestigiosas empresas (como McDonald’s y Vesuvio) y ha construido la marca de recetas “Cocina al Chile!”, de la que han nacido tres libros. “En 2012, saqué ‘31 Días de Sabor’ y, en 2018, ‘31 Días de Sabor Light’. En 2019, acabo de sacar otro que se llama ‘31 Días de Sabor Edición Loncheras’. Todos tienen recetas para las mujeres guatemaltecas”, menciona.

Para esta diseñadora, su estadía en la UNIS fue determinante para el triunfo de su trayectoria. La calidad académica es uno de los elementos que más resalta de su formación universitaria. Así lo explica: “La carrera fue muy completa; pude aprender de publicidad y de comunicación. Ya como profesional en el campo, puedo decir que se nota la diferencia de los alumnos UNIS, porque tienen más conocimientos y, por eso, hacen un mejor trabajo”.

Si tuviera que conversar con un estudiante de la UNIS, Jimena no guardaría sus palabras. Hay un consejo que le brindaría a cada uno: “Les diría que se empeñen en encontrar su pasión para ser excelentes. Para eso aprovechen las prácticas de la U, porque allí tienen una oportunidad de vivir el día a día de las empresas y allí pueden saber lo que les gusta y lo que no”.

Si te interesa conocer el trabajo de esta foodstylist de renombre, puedes visitar su Facebook o Instagram @jimenarubiofoodstyling.

 

El ejercicio es medicina para el cuerpo, el alma y el corazón. Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, para ser libre, para estar en contacto con la naturaleza. Muchos estudios han revelado el sin número de beneficios que tiene realizar actividad física diariamente.

En mi experiencia trabajando con niños, veo el impacto positivo que tiene en sus vidas. Biológicamente, previene enfermedades, baja los niveles de azúcar en la sangre, nos da sensación de bienestar y nos eleva el ánimo pues incrementan los niveles de serotonina, dopamina y endorfinas en el cerebro. Además, es supresor del cortisol, la hormona segregada por estrés y ansiedad. También previene la hipertensión, osteoporosis, mejora la densidad ósea, regula la presión arterial, aumenta tono y fuerza muscular, mejora la flexibilidad y movilidad en las articulaciones y reduce la sensación de fatiga.

Aparte, tiene otros beneficios psicológicos como refuerza la autoestima, autovalía y autoimagen. Reduce el aislamiento social, aumenta el estado de alerta y disminuye el grado de agresividad, ira y angustia. Mejora el rendimiento académico y definitivamente los niños que hacen ejercicio son más felices. Se les empieza a desarrollar el fijarse metas a corto, mediano y largo plazo, ayuda en la formación de buenos hábitos, disciplina, constancia, motivación y aprenden a que son los arquitectos de su propia vida. Es una excelente alternativa en el tratamiento de niños que presentan ADD (attention deficit disorder), un tipo de ADHD (Attention Deficit Hyperactivity Disorder ).

Con mi socia, Luchi Sanjose, tenemos la bendición de trabajar con niños desde los 5 años en un programa de acondicionamiento físico. Este programa está diseñado con la intención de empoderar y ayudar a los niños a que encuentren y potencialicen su fuerza interior, descubriendo su propia visión del mundo y cruzando sus límites usando como vehículo de aprendizaje la actividad física para crear así una mejor sociedad.

S.O.S. Operación Lonchera

El tema de la lonchera siempre ha sido un asunto sensible para las mamás, pero incluso desde la perspectiva de los wiros es un tema de gran importancia.

Dicen que el sentido del olfato es uno de los que más nos conecta con nuestros recuerdos. Con varias amigas hemos hablado de cuáles memorias tenemos más frescas de nuestra época escolar, casi todas coincidimos en el hecho de cómo esa avalancha de “olor a pan mojado en fresco” al abrir las loncheras, es de nuestros más nítidos recuerdos del kinder. Atrás quedó el fresco y hoy los wiros piden agua pura. La mamá de hoy es práctica, con tendencia a alimentos más saludables, consciente de la cantidad de azúcar que ingieren sus hijos.

Acá les comparto algunos tips de cómo escoger la mejor lonchera para tus hijos para evitar que sus alimentos se derramen y ocurra el caos de antaño. Lo primero que debemos buscar es que sea de un material que no lastime a nuestros peques y sea fácil de limpiar. Una buena lonchera también debe:

  1. Ser del tamaño adecuado para la edad de tu hijo. Que pueda llevar la cantidad de comida que va a necesitar sin ser demasiado pesada o grande para cargar dentro del bolsón o llevar en la mano.
  2. Libre de BPA. El Bisfenol A es un producto químico tóxico que algunos plásticos contienen. Chequear esto es básico para todos los contenedores de alimentos; la seguridad de nuestros hijos no es negociable.
  3. Capaz de mantener frescos los alimentos. Si lleva tapadera o trastecitos dentro, estos deben sellarse completamente para que los alimentos no se echen a perder.
  4. Separada por secciones. Diferentes alimentos requieren diferentes espacios.
  5. Que se pueda lavar en la lavadora. Si es de tela o es del tipo cajita que llevan una funda, por tu tranquilidad mental y practicidad es indispensable que puedas meterlas en la lavadora.

Cuando nuestros hijos inician el preescolar comienza también nuestra preocupación de cada día de cómo hacerles una lonchera atractiva y sobre todo, saludable. Unos buenos consejos son: cocinar cantidades extra en la cena para tener un menú balanceado para enviar al día siguiente. Incluir varias porciones pequeñas de frutas y verduras en lugar de una sola porción de gran tamaño donde no tengan la opción de elegir. Evitar los empaquetados, una lonchera llena de productos procesados es una lonchera carente de nutrientes, deja ese jugo de cajita que le gusta o esa galletita consentida para un día especial. Y no olvides incluir un pachón de agua pura, nuestra recomendación es que sea de acero inoxidable para que dure muchos años y así reduzcamos el impacto del plástico en el medio ambiente.

Creemos que todas las mamás añoramos el muy soñado día en que la lonchera venga vacía; en que nuestro hijo diga: “Mamá, que delis mi lonchera”, que diga gracias, o en su defecto: “Me lo comí todo”. Así que un libro que nos ayude a no rompernos la cabeza cada día para buscar un menú sano y divertido es un invento valiosísimo que seguramente vamos a recomendar a todas aquellas mamás que luchamos en las trincheras de las loncheras diarias.

Una de las principales preocupaciones de los padres es la nutrición de sus hijos mientras están en la escuela. Para muchos se vuelve todo un dilema el lograr preparar todos los días una lonchera nutricionalmente balanceada, y además, lo suficientemente atractiva para que no regrese intacta.

Por eso, te damos una guía para asegurarte de que tus loncheras sean todo un éxito.

¡Prepárate con anticipación!

Utensilios:
No solo es importante una lonchera atractiva (en el caso de los más pequeños), sino además pensar “ecológicamente” y enviar los alimentos en recipientes seguros para evitar derrames o desperdicios, de preferencia reciclables o reutilizables. Por ejemplo:

  1. Botella plástica para refrescos y agua
    2. Recipiente para la conservación de alimentos calientes
    3. Cajitas plásticas para guardar los alimentos (las que tienen divisiones son ideales, ya que a los niños muchas veces no les gusta que sus alimentos se mezclen)
    4. Tenedores y cucharas plásticas reutilizables
    5. Servilletas de diseños atractivos (en el caso de los más pequeños)Provisiones nutritivas que debes incluir

Fuentes de proteína:
La proteína es importante para un buen crecimiento y desarrollo. Muchas de las principales fuentes de proteína aportan también importantes nutrientes para el crecimiento: hierro, zinc y vitamina B12.

  1. Atún en agua
    2. Embutidos de pechuga de pavo
    3. Huevo duro en rodajas con sal, en sándwich o en ensalada
    4. Frijoles licuados en sándwich o con tortilla de maíz
    5. Garbanzos para picar o en ensalada
    6. Mantequilla de maní baja en grasa
    7. Maní, marañones u otras semillas

Frutas:
Son fuente de azúcares naturales, vitamina C, vitaminas del complejo B y múltiples antioxidantes. Si tu niño tiene problemas con el consumo de frutas o no le gustan, entonces no las envíes en la lonchera. Mejor ofrécelas bajo tu supervisión en casa para asegurarte que las consume.

Vegetales:

  1. En el sándwich
    2. Vegetales con dip para picar
    3. Ensalada césar con pollo, ensalada de pasta con pollo o atún arreglado
    4. Si pueden calentar en la escuela, puedes enviarles vegetales en picadillo. Para que los acepten más fácilmente, córtalos de formas distintas.
    5. Busca alternativas de aderezos saludables; estas son algunas ideas:
    – Dip de yogur natural para untar
    – Dip de aderezo para ensalada, bajo en grasa
    – Queso crema liviano

Fuente de carbohidratos complejos:
Los carbohidratos complejos tienen más fibra, vitaminas y minerales que sus versiones refinadas. Su energía es liberada con más lentitud, por lo que permite a los niños sentirse más activos por un tiempo más prolongado.

  1. Cereales de desayuno con más de 5 gramos de fibra por porción
    2. Galletas de soda integrales
    3. Galletas con avena elaboradas con harina integral
    4. Tortillas de maíz con queso blanco y/o frijoles licuados
    5. Palomitas de maíz bajas en grasa, palitos de ajonjolí o linaza, bizcochos livianos
    6. Sándwich integral de jamón y queso, mano de piedra, mantequilla de maní o atún
    7. Pita integral rellena de pavo y aguacate

Fuentes de calcio:
Los niños menores de 2 años no deben tener una dieta baja en grasa así que deben consumir lácteos semi-descremados. Posteriormente se les puede ofrecer los lácteos descremados.

  1. Leche descremada en cajita, yogur líquido bajo en azúcar, batido de leche con fruta
    2. Jugo de naranja o fruta fortificado con calcio
    3. Queso bajo en grasa: taquitos de queso blanco, palitos de queso mozzarella, queso cottage
    4. Opciones dulces moderadas en calorías:
    – Pastel seco, en un porción moderada
    – Sorbetes
    – Cereal no azucarado ó con poca azúcar (≤6 g azúcar / porción)
    – Frutas deshidratadas
    5. Pudín de chocolate bajo en grasa
    6. Barras de chocolate bajas en azúcar
    7. Galletas de avena
    8. Galletas sin relleno cremoso
    9. Barquillos horneados de vainilla

Bebidas:
Escoge bebidas que aporten nutrientes importantes para el crecimiento y que no estén cargadas de azúcar.
1. Leche descremada
2. Refresco natural hecho en casa con poca azúcar
3. Agua pura

Empezando a Implementar Alimentación Saludable en Niños

Los hábitos alimenticios de los niños son de suma importancia para su desarrollo físico y salud en general. Resulta mucho más fácil que los niños tengan hábitos más saludables cuando se encuentran en casa o cuando están en presencia de sus padres.

Pero… ¿Qué pasa cuando los niños se van al colegio y la única forma de asegurarte como papá que se alimentan bien es por medio de la lonchera?

Ellos se enfrentan a un ambiente en el cual no tienen a sus padres presentes y tienen el poder de elegir lo que desean comer. Puede que en ocasiones la lonchera regrese intacta, pero la clave es no entrar en pánico en la lucha de que se coman toda la lonchera, sino que la clave está en implementar los hábitos desde casa y en conocer a tus hijos para que puedan elegir una buena nutrición.

Es importante involucrarte como padre e involucrar a tus hijos en su propia alimentación, ya que solo ellos saben realmente qué es lo que les gusta y lo que prefieren.

Conoce las opciones saludables que ofrece su colegio. Muchos colegios han empezado a implementar mejores alternativas, revísalas en conjunto así podrás asesorarlo para tomar mejores decisiones.

Pregúntale: ¿Cuál es su comida ideal?, ¿Qué escogerían?, ¿Cuáles son sus alimentos favoritos? y haz una lista de alimentos especialmente para la lonchera. Si ellos quieren alimentos que no son saludables, no le digas que son malos, ya que esto creará en ellos restricciones que pueden ser mas dañinas que comerlos.

Varía las opciones; no siempre envíes lo mismo para evitar que la lonchera se convierta en repetitiva, aburrida y predecible. La clave es que tus hijos encuentren su comida entretenida.

Si tienes la oportunidad, aunque sea una vez por semana, preparen la lonchera o algún alimento con tus hijos, algo práctico y sencillo. Esta actividad, además de que puede ser divertida, representa tiempo de calidad que pueden compartir en familia. Además, hace que tus hijos se sientan responsables y que sean parte de algo tan importante como lo es su alimentación. Una de las razones por la que a los niños les gusta elegir lo que comen en el colegio es por el sentimiento de libertad al no tener alguien que les diga qué hacer.

Sé un modelo a seguir para tus hijos. Si ellos te ven alimentándote con comida distinta a la que le mandas en la lonchera, no existe una congruencia. Haz que los alimentos sean familiares para ellos. No pretendas que coman algo que nunca te ven comer a ti. Ellos son el reflejo de tus acciones y se fijan más de lo que tú te imaginas.

Respeta los gustos de tus hijos. No les pidas que coman algo a diario si sabes que no les gusta. Respetar sus elecciones alimenticias es de suma importancia y hará el proceso de comer saludable más divertido para ellos.

No intentes hacer de tus hijos los comensales perfectos. Permite que coman cosas que les gusten de vez en cuando; tomar su opinión en cuenta es muy importante para que desarrollen hábitos alimenticios saludables.

 

La Lonchera de Nuestros Hijos

Un tema que varias mamas me preguntan y que les preocupa es el tema de las loncheras; existen muchas dudas y muchas opiniones acerca de qué se debe mandar y qué no.

La lonchera de nuestros hijos debe ser un complemento a su alimentación diaria, por lo que ésta debe estar llena de varios tipos de alimentos. Lo ideal es que sea uno de cada grupo alimenticio: proteínas, verduras, frutas, carbohidratos, lácteos, cereales y grasas saludables.

Por un tiempo trabajé de maestra para niños de maternal, y recuerdo muy bien el momento que abrían su lonchera. Sus caritas expresaban todo. La lonchera debe ser una manera de expresar lo mucho que queremos a nuestros hijos. Se pueden utilizar accesorios como pinchos, servilletas de colores, cubiertos llamativos que hagan que la lonchera lleve detalles especiales.

La lonchera de mis hijos por lo general va así:

Me gusta bastante enviarles nueces, como semillas de marañón, almendras, manías o pecanas ya que son fáciles de comer y contienen grasas saludables.

Una buena opción son las aceitunas al igual que el palmito los elotitos, pepinillos y todo lo que sea curtido por lo que se los mando al menos dos veces a la semana.

Además, procuro enviar dos porciones de fruta, presentadas en forma de pinchos. De verdura me gusta enviarles zanahoria, tomatitos o palitos de apio. Estas pueden ser combinados con humus hecho en casa o incluso con queso ricota preparado. Para la proteína considero buenas opciones los rollitos de jamón, salchichas o incluso pollo a la plancha cortado en tiras. Trato de enviarles cereales todos los días, estos pueden ser un pan o galletitas integrales hechas en casa. También les envío cuadritos de queso cheddar, queso mozzarella rallado o queso panela asado.

Mandarles algo dulce como un gustito es una buena elección, esto puede ser chispas de chocolate oscuro, paletas con mantequilla de maní o mini marshmallows. Para finalizar, les agrego una notita o un detalle que les recuerde lo mucho que los quiero.

 

¿Qué tan fácil es acoplarse al cambio?

“Prepara a tu hijo para el camino y no prepares el camino para tus hijos”, decía la frase que leía mientras llegaban mensajes de apoyo tras nuestra mudanza hacia otro país, el cuál sería ahora nuestro nuevo hogar.

Cuando te conviertes en inmigrante, dejas muchísimas cosas atrás: tradiciones, costumbres, rutina, estilo de vida, amigos, familia, sabores… y otro montón de sensaciones que resultan indescriptibles con las palabras. Te vas y te llevas la experiencia, lo vivido, lo que lograste empacar… lo que cabe en tu mente, tu corazón y en las maletas. Te mueve la ilusión de buscar nuevos horizontes y a pesar que tú sigues siendo la misma persona, ahora tu historia empieza a escribir un capítulo nuevo en el libro de tu vida.

Lo describiría como una montaña rusa, te harás mil preguntas y te sentirás lleno de ansiedad e incertidumbre, esa que muchas veces puede estar a tu favor porque te permite empezar en un plan de vida nuevo o aquella que a su vez te hace sentir inseguro porque no tienes idea a lo que vas.

Retrocedo en mi mente años atrás y nunca imaginé tener que dejar mi país, y menos tener que explicarle a mis hijas que ahora su vida no sería igual; que todo dejaría de ser como antes y que ahora empezaríamos de nuevo, de cero. Despedir amigos, dejar la casa, nuestro espacio, cambiar el clima al que estaban acostumbrados nuestros cuerpos y hasta la sazón de la comida local. Ya no asistiríamos a los lugares que eran familiares para ellas, tendríamos que aprender a soltar emocionalmente y dejar ir una que otra de sus pertenencias que no cabrían en la mudanza.

Definitivamente en la vida hay momentos que nos marcan, que te hacen resistirte a cambiar, pero al mismo tiempo te transforman, nos hacen más fuertes. El cambio me abrió los ojos hacia una actitud más receptiva y resiliente ante la vida. A su vez, me hizo cuestionarme qué tanto estoy enseñándoles a mis hijas a atreverse a vivir nuevos retos y aceptar con valentía los cambios que éstos conllevan.

A la fecha, me sigo preguntando si las estoy preparando para la vida o si estoy tratando de amoldarla para que ésta sea más fácil para ellas. Lo cierto es que, si abrimos bien los ojos, los cambios nos llegan todos los días y raras veces les prestamos atención, regularmente lo hacemos cuando éstos requieren gran esfuerzo físico o emocional en reponernos. Los cambios son simples, desde el momento que haces un plan y éste no salió como querías o esperabas; hasta complejos, como cuando te sorprende una enfermedad inesperada, la pérdida de un ser querido o te enfrentas a una realidad o futuro distinto al que tenías en mente y crees haberlo perdido todo. Regularmente preparamos a los niños para los cambios simples y rara vez para los complejos. Pero, ¿qué pasará cuando no estemos cerca?

Si les enseñamos a nuestros hijos a tener una actitud receptiva ante la vida no se derrumbarán fácilmente ante cualquier circunstancia. Si aprenden a acoplarse al cambio, no necesitarán resistirse a éste porque sabrán resolver cualquier dificultad con valentía y aceptación; claro está, que no es tan fácil decirlo como hacerlo.

Dicen que la resiliencia se practica en cada oportunidad que tenemos para adaptarnos de nuevo a cada circunstancia o adversidad en la vida. Curiosamente, pude observar en mis hijas que los niños se adaptan más fácilmente; su capacidad de enfrentar la realidad no tiene prejuicios ni sesgos, como muchas veces los tenemos los adultos por experiencias pasadas -propias o ajenas-.

En nuestro caso, adaptarnos al cambio nos llevó a una serie de ajustes personales y familiares, algunos a corto y otros a mediano plazo. Entendí que éste empieza dentro de nosotros mismos, que no se trata de componer el camino, se trata de prepararnos para trazarlo y cruzarlo sea como venga. Aprendí que como mamá debo mantener una apertura constante y entusiasta, practicar la gratitud diariamente para contar todas las cosas positivas que el cambio trae en nuestras vidas. Aceptar aquellas situaciones que no puedo modificar -como haber dejado muchas cosas importantes y valiosas atrás- y cambiar todas aquellas que puedo para empezar a acoplarnos al presente -descubrir y construir nuevos planes aquí-.

Las pequeñas anclas han sido una forma de recuperar la estabilidad familiar y encontrar un balance más rápido de lo que pensamos. Haber traído nuestras cosas en la mudanza hizo que los espacios fueran más íntimos de nuevo, más familiares para todos. Por otro lado, mantener costumbres y tradiciones nos ha dado un sentido de pertenencia, una forma de mostrar quiénes somos y de dónde venimos. Así también, haber buscado en la ciudad todo tipo de actividades que para nosotros eran importantes anteriormente, nos ha hecho encontrar nuevos motivos y comunidades para querer estar y quedarnos aquí.

Continuar con nuestros principios y valores nos ayuda a reconocer que estamos en constante transformación y que está en nosotros convertir cada momento en algo más productivo y positivo para todos; que el hogar está en donde está tu corazón y si el corazón va lleno de experiencias, no importa a dónde nos lleva la vida, porque sabremos caminar a través de ella sea como ésta venga.

 

 

 

Mucho se habla sobre lo importante que es para los niños y adultos vivir una vida sin estrés. Y claro, es cierto: altos niveles de estrés pueden afectar nuestro sistema inmune, nuestro estado de ánimo, percepción general del mundo y nuestra alimentación. Sin embargo, los padres podemos sentir mucha carga al creer que tenemos que dar a nuestros hijos una niñez completamente libre de estrés. Esto no solo es imposible, sino que además se ha demostrado recientemente que los niños necesitan cantidades adecuadas de estrés en su vida para aprender a lidiar con él: ¿cómo podemos manejar algo que nunca hemos experimentado?

Lo mejor es que los niños puedan tener estrés en cantidades controladas y que como padres les enseñemos a manejar ese estrés, no solamente con técnicas y herramientas, sino que también manejándolo mejor nosotros. Durante los primeros 10 años de vida, el aprendizaje mayor de los niños ocurre a través de la observación y modelación: aprendizaje vicario. De esta manera, los niños podrán crecer y lidiar con los niveles de estrés en aumento que se presentarán durante su adolescencia y especialmente durante su vida adulta.

La clave está entonces en ayudarlos a llevar el estrés al que son expuestos (no en evitarles el estrés, ni situaciones estresantes). Les comparto algunas actividades calmantes que pueden ayudar a los niños, especialmente si son muy activos:

La ciencia ha descubierto que las actividades repetitivas y generalmente aquellas que implican la motricidad fina, ayudan a reducir la ansiedad. Para los niños funcionan muy bien actividades como los rompecabezas o pintar con pinceles y pintura. Los movimientos rítmicos y repetitivos de ambas actividades tienen efectos directos sobre el centro de relajación del cerebro de los niños.

  • JUGAR CON LEGOS: como les comentaba anteriormente, ejercicios de motricidad fina y concentración que les ayudan a relajarse y enfocarse.
  • CRAFT ACTIVITIES: muchas veces creemos que estos ejercicios manuales son solamente para niños pequeños, pero incluso los adultos se benefician también. El origami o la costura, por ejemplo, son actividades que niños y niñas más grandes pueden hacer con beneficios para el manejo del estrés.
  • ACTIVIDADES SENSORIALES: Otra vez, esto no solo aplica para niños pequeños, ¡los grandes se benefician también! Poder jugar con plasticina, tener una caja con elementos con distintas texturas (arena, frijoles, arroz, etc.) tiene un efecto calmante en todos. Se puede crear una “caja sensorial” con estos materiales y dejarla al alcance de todos en casa.
  • “DEMO”: Se les llama “demo” a estas actividades ya que consisten en que los niños puedan “romper” o “destruir” algo (un demo). No tiene que ser nada elaborado, el simple hecho de dejarlos romper papel con sus manos o cajas de cartón funciona de maravilla. En casa incluso se puede aprovechar para tener una caja de reciclaje y dejar que los niños rompan las cosas que hay dentro de esa caja (papeles, cajas donde vienen los juguetes empacados, etc.)

Para muchos niños, el colegio puede ser estresante. Hay muchas relaciones interpersonales, trabajo escolar y emociones que controlar. No es sorprendente que muchos niños tengan períodos difíciles al salir del colegio (por la tarde). Nuestro trabajo como padres es permitir un descanso emocional mientras están en casa. Esta necesidad no siempre nos la harán saber nuestros hijos de la “mejor” forma, pero podemos responder con amor para satisfacerla. Estas actividades relajantes pueden parecer sencillas, pero pueden proporcionar a los niños una salida y ayuda muy necesaria para llegar a un estado emocional más balanceado.

 

 

¿Qué es S.H.E.?

S.H.E (See Her Empowered) es un movimiento creado por mujeres para mujeres, donde por medio de una plataforma virtual, eventos personalizados, mini blogs en redes sociales y mailing, podemos inspirarnos y educarnos unas a otras a través de relatos y testimonios personales que generen un mensaje inspirador motivándolas a vivir una vida seguras de sí mismas, sin complejos, sin ataduras y sin remordimientos; a tener la vida de una mujer motivada, inspirada, libre y feliz.

La Misión de S.H.E.

Nuestra misión es que cada día más mujeres se empoderen de su llamado, cobren liderazgo en su vida y se desarrollen mediante esta plataforma que les brinda herramientas a través de artículos en temas de interés para la mujer, escritos por profesionales especializadas en los distintos campos como salud, nutrición, belleza, maternidad, bienestar y emprendimiento.

Cómo nace S.H.E.

Mi nombre es Annie Morales, tengo 37 años, soy esposa, madre y empresaria.

Mi vida ha girado siempre alrededor de las mujeres y por lo mismo nunca quise tener un hija mujer, siempre preferí evitar ese “drama” en casa.

Es mi segundo embarazo, la vida me regaló a Mia, durante todo el embarazo solo pensaba en lo complicado que iba a ser tener a una hija mujer. Mia nació con una condición cardiaca que nos llevó a hospitalizarla el 3er día de nacida. Luchamos por su vida con 2 cirugías a corazón abierto y en el tiempo que estuvimos juntas en el hospital, descubrí en ella todo lo bueno de una mujer; la imaginé con una vida exitosa, libre y sin complejos, y le prometí una vida así.

Mía falleció a los 15 días de nacida y aquí es donde mi promesa cobra vida. Aunque ahora no pueda cumplirla con ella, tengo la visión de sembrar esa vida en la mujer, enseñarle que puede vivir sin complejos, ataduras y sin remordimientos. Ser una mujer emprendedora, inspirada y feliz.

Ahora la vida me regaló otra hija mujer, Emma, quien me acompaña en este proyecto de vida.

LA IMPORTANCIA DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Como padres y madres debemos tomar consciencia de la importancia de proporcionar una alimentación saludable a nuestros hijos. Una alimentación saludable significa que debe ser completa, equilibrada, suficiente, variada, agradable e inocua. Con esto me refiero a que debe cubrir el requerimiento de energía y de nutrientes (proteína, carbohidrato, grasa, vitaminas y minerales); debe adecuarse a la edad, sexo, talla, peso, actividad física, salud y apetito de cada persona, y por último, debe ser agradable al paladar y segura para su consumo.

La nutrición es un tema que interesa cada vez más porque los beneficios de la alimentación saludable son indiscutibles. Durante la niñez y adolescencia, permite un crecimiento y desarrollo óptimo y crear hábitos que impactarán el resto de su vida. Cuando no se logra llevar una buena alimentación pueden existir consecuencias a corto y/o largo plazo como un deterioro de la salud cardiovascular, ósea, articular, del sistema inmune, gastrointestinal, nervioso, del nivel de energía, del estado de ánimo; pueden desarrollarse deficiencias de micronutrientes y enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer, por ejemplo. También se puede reflejar en un peso no saludable que a su vez conlleva limitaciones, un impacto en el autoestima y en la vida social de nuestros hijos.

Vivimos en un entorno obesogénico dentro del cual se fomenta la ingesta calórica elevada y el sedentarismo. Estamos expuestos a una gran disponibilidad de alimentos y a un ritmo de vida acelerado en el que el valor nutricional de la comida no siempre es el punto de referencia para su selección y consumo regular. Por otro lado, la importancia de la imagen, de la delgadez y de la perfección agregan más presión que puede manifestarse en la manera de alimentarnos.

Tenemos la responsabilidad de establecer límites y un punto de referencia que defina el tipo de alimentación que queremos que tengan nuestros hijos, para lo cual es importante informarnos bien, dar el ejemplo y lograr la combinación de una alimentación balanceada e individualizada y una relación sana con la comida. Podemos influir positivamente para promover la nutrición desde la salud, la estructura y el auto-cuidado, percibir la comida como una aliada que se disfruta y que nos hace bien y no desde la rigidez o la falta de límites, el concepto de dietas y de peso.

¡Te felicito por interesarte en la nutrición de tu familia y en buscar más opciones para la preparación de las loncheras escolares! Te aseguro que el cuidar la alimentación y la salud de tus hijos es un regalo de vida.

Amor propio no es lo mismo que autoestima; este es el primer mito que hay que romper cuando hablamos del popular #selflove. Muchas personas creen que es lo mismo porque no saben realmente qué significa amarse completamente y todo lo que esto involucra. El amor propio está conformado por 10 ramas dentro de las cuales está el autoestima, pero tenerla no asegura que ya te estés amando completamente. El amor propio es la aceptación total de ti; es dejar de buscar el cambio para enfocarte en darle amor a las partes que antes querías cambiar, para que cuando llegue el momento de hacerlo ya no sea necesario, porque te aceptas tal y como eres en este momento.

Muchas personas lo confunden con autoestima porque tienen una buena percepción de ellas mismas, pero se puede tener autoestima sin tener amor propio y no se puede tener amor propio sin autoestima, porque esta lo conforma. Por esto es importante conocer las 10 ramas que lo componen para saber cuáles tienes fuertes y cuáles tienes débiles y trabajar en ellas para sentirte ¡súper bien contigo misma!

Las ramas son:

  1. Auto-honestidad
  2. Auto-aceptación
  3. Auto-cuidado
  4. Auto-compasión
  5. Auto-confianza
  6. Auto-estima
  7. Auto-expresión
  8. Auto-empoderamiento
  9. Auto-respeto
  10. Auto-placer
  11. Y la raíz de todo el auto-valor

Cada rama es importante porque compone una parte de ti que te ayuda a valorarte, darte a respetar, expresar lo que sentís, disfrutar los placeres de la vida, tener un buen concepto de ti y aceptar tu vida tal y como es. Decir que el amor propio es únicamente tu percepción personal es limitarlo a nuestro reflejo y somos muchísimo más que eso. Es importante adentrarte en cada rama para evaluar qué debemos trabajar para fortalecernos y ser personas completas, integrales y que se desempeñan de forma positiva en cada área de su vida, ámate; te vas a necesitar.

¿Por qué es importante una lonchera saludable?

Los niños necesitan una gran variedad de alimentos para tener una dieta balanceada, la cual no está limitada a lo que solamente comen en casa. Un almuerzo saludable mientras están en el colegio, es importante para que mantengan sus niveles de energía altos y sus mentes alertas. Prepararles una lonchera sa ludable es fácil. Aquí les dejamos algunas ideas y consejos:

Empecemos con algo del grupo de panes, involucra a tu hijo para que elija de qué quiere el sándwich, lo cual hará más alta la probabilidad que se coma lo que le mandes. Agrega frutas y vegetales para que puedan refaccionar, terminando con algún lácteo. Agrega una barra de cereal si tu hijo es muy activo. Trata de variar la lonchera diariamente para que no se aburra.

Los Mejores Alimentos para incluir en las Loncheras Infantiles son:

▪  Fruta: Puedes mandarle fruta fresca o deshidratada.

Tip: Empaca fruta que sea fácil de comer como frutos rojos (fresas, frambuesas, arándanos), bolitas de melón o uvas. También les puedes mandar un pequeño contenedor con ensalada de frutas.

Vegetales: Barritas de vegetales como zanahoria o apio con un poco de aderezo. También les puedes mandar un pequeño contenedor de vegetales mixtos.

▪  Lácteos: Queso en tiras, queso en cubos, empaques pequeños de queso y yogur. Una pequeña bebida a base de leche.

▪  Panes: Sándwich de pan integral, bagel, tortilla de harina, muffins, galletas integrales o pan árabe.

▪  Rellenos: Queso, atún, jamón de pavo, frijoles negros, mantequilla de maní, lechuga, aguacate, tomate.

Tips: – Coloca tomate rodajado entre la carne, queso o lechuga para que no esté en contacto directo con el pan. El tomate puede humedecer el pan.

– Si estás agregando aguacate, rocíalo con un poco de jugo de limón para evitar que se ponga café́.

▪  Barras de Cereal: Bajas en grasa y altas en fibra. También puedes mandarle un poco de cereal alto en fibra en un contenedor pequeño o galletas de avena.

¿Cuáles son las mejores bebidas para incluir en la lonchera?
Agua pura y bebidas a base de leche con bajo contenido graso son las mejores. Un jugo pequeño en tetra pack es también una buena opción. Puedes congelarlos para que cuando ellos se los tomen estén descongelados y mientras tanto mantendrán el resto de la comida dentro de la lonchera fría.

Manteniendo la Lonchera Segura para comer
Elige una lonchera con protección al calor, como una pequeña hielera o un recipiente congelado para mantener la comida fría. Si preparas la lonchera una noche antes, mantenla en la refrigeradora. Comida como las carnes, huevos y lácteos deben consumirse en aproximadamente 4 horas luego de haberlas retirado del frío.

 

La maga de la comida (y su manual para no complicarse la vida)

La comida entra por los ojos y, por más cliché que sea la frase, no deja de ser una realidad. El arte de “maquillar los alimentos” y hacer que sean tan atractivos para adultos y niños no es tarea fácil, y eso te lo pueden decir tanto chefs como papás, mamás o abuelitas que cocinan. Sin embargo, existen personas que hacen magia, Jimena Rubio Burgaleta, lo ha logrado.

 

Es diseñadora gráfica, pero también food stylist y mamá. Su travesía inició en la Universidad del Istmo, después se especializó en Madrid, recibió un curso de Psicología de la Publicidad en la Universidad Complutense y varios de cocina.

“Regresé en 2004 y hasta 2007 trabajé en agencias de publicidad, me encantaba y me veía haciéndolo el resto de mi vida. Me casé, y al estar embarazada de mi primera hija me di cuenta que el ajetreado mundo de las agencias iba sería difícil de llevar”, cuenta Jimena. Como muchas otras madres, optó por el camino del freelance. El destino le tenía preparado un aromático y delicioso reto: desarrollar recetas. De esta forma empezó a elaborar recetarios, “hasta que un día le preguntaron si podía preparar los platillos para unas fotografías y dije que sí”, así sus primeros pasos en el mundo del food styling.

En el estudio, la comida es la estrella principal y por supuesto debe lucir maravillosa, ¿quién no empieza a salivar al pensar en una hamburguesa cuyos ingredientes lucen frescos y la carne jugosa?, ¿o por el humeante capuchino que vio en algún lado y casualmente recordó cuando la lluvia caía en una tarde gris? Jimena se preparó para lograr las mejores tomas y ángulos de los alimentos: leyó libros y blogs, recibió cursos online y, conforme su sed de conocimiento aumentaba, también las oportunidades. Diez años han transcurrido desde entonces y ha trabajado el styling para marcas como: McDonald’s, Taco Bell, Vesuvio, Domino’s, Pollo Rey, Toledo, Nais, y El Parisino entre otros.

En 2011 escribió y publicó su primer libro “31 Días de Sabor”, inspirado en su propia experiencia. Después de todo es madre, ama de casa y profesional a la vez. Cualquier persona (padres o madres) que estén a cargo de pensar los menús de cada día saben que resulta un dolor de cabeza planificarlos.

En 2012 se dedicó al 100% al food styling y al diseño gráfico. “Este año después de grandes esfuerzos y mucho trabajo, logré publicar el segundo libro: “31 Días de Sabor Light”, enfocado a personas que quieren comer más sano. Cada receta cuenta con su tabla nutricional y las recetas no tienen ni grasa ni azúcar, y al igual que el primero tiene la lista completa del supermercado. En cada receta se puede calcular cuántas calorías, cantidad de grasa, carbohidratos y proteína se está consumiendo, y se puede llevar un mejor control de lo que cocinamos en casa. Fue asesorado por nutricionistas expertos. Ambos libros cuentan con un menú completo para cada día del mes y las recetas son 100% caseras desarrolladas por mí.  Lo vendo a domicilio y estoy en negociaciones con varios lugares para ponerlo a la venta en ellos”.

“Tengo dos hijas maravillosas: Natalia de 10 y Adriana de 7. Ha sido difícil balancear una vida profesional tan ajetreada y sin horarios establecidos, pero mis hijas me han visto trabajar desde bebés y han logrado entender la importancia de lo que hago. Es complicado que un niño de esa edad comprenda que hay días que sí puedo estar en la casa y otros no, y que hay días que sólo me ven cuando las despierto y el resto no porque estoy trabajando”, dice Jimena. Sus padres le han ayudado a cuidar a sus niñas, y eso facilita el proceso.

Tres personas han marcado su camino: su mamá, que le enseñó a realizar todo tipo de trabajos manuales, a ser perfeccionista y exigente consigo misma. Su papá, que le enseñó el valor de la educación, disciplina y excelencia y su abuela Mamay, con su ejemplo de vida y el consejo que más le ha servido en la vida: “nunca decir que no a ningún trabajo, no tener miedo y tomar las oportunidades con todo”. A sus hijas les debe el querer ser mejor cada día, a ser más ambiciosa y querer llegar más lejos, ellas son su motor y por ellas hace todo lo que hace.

“Hoy, a mis 37 años de vida, con dos hijas preciosas, una familia incondicional, un novio maravilloso y varias de mis metas cumplidas, no me queda más que sentirme agradecida con todas las personas que creyeron en mí desde un inicio, y agradecerle infinitamente a Dios por todas las bendiciones que me ha dado”.

Un día te despiertas y ves cómo tu vida no es como la planeaste y sin embargo es mucho mejor. Estudias una carrera pensando que a eso te dedicarás siempre, te casas pensando que será para toda la vida, y vives creyendo que la vida ya te tiene un destino definido. ¡Oh sorpresa! La vida es un conjunto de cambios para los cuales uno tiene que estar preparado siempre y enfrentarlos con valor y soluciones. ¿Qué definirá el éxito de sobre pasarlos? Verlos como oportunidades y tomarlas sin miedo. Hoy mi vida es completamente distinta a lo que hubiera pensado que iba a ser en 1999 cuando entré a la universidad. Estudié Licenciatura en Diseño Gráfico en la UNIS, me fui a Madrid a sacar un curso de Psicología de la Publicidad en la Universidad Complutense y paralelamente recibí varios cursos de cocina. Regresé en el 2004 y hasta el 2007 trabajé en agencias de publicidad, me encantaba mi trabajo y me veía haciéndolo el resto de mi vida. Me casé, y al estar embarazada de mi primera hija me di cuenta que ese mundo ajetreado del mundo de las agencias iba a ser muy difícil de llevar siendo mamá y renuncié. Empecé a trabajar por mi cuenta como diseñadora, y alguien me preguntó que si podía desarrollarle unas recetas, con miedo pero segura le dije que sí. Así empecé a desarrollar varios recetarios hasta que un día me preguntaron si podía preparar los platillos para unas fotografías. Con más miedo aún, dije que sí y me aventé a hacerlo. Desde ese entonces me metí en el mundo del food styling, me empecé a foguear leyendo cuanto artículo y libro encontraba, recibí varios cursos online y así las oportunidades se me fueron presentando. En el camino se me ocurrió utilizar el diseño, el food styling y mi conocimiento de la cocina para algo más grande y más trascendental, y fue entonces cuando escribí el primer libro “31 Días de Sabor”. Entendí lo que cuesta organizar una casa siendo mamá, ama de casa y profesional a la vez, y me di cuenta que una forma de ayudar a solucionar una parte de ese caos es tener pensados los menús de cada día. Después de publicar el primero en el 2012, me dediqué al 100% al food styling y al diseño gráfico. Este año después de grandes esfuerzos y mucho trabajo, logré publicar el segundo libro: “31 Días de Sabor Light”, enfocado a personas que quieren comer más sano, bajar de peso o mantenerse. Cada receta cuenta con su tabla nutricional y las recetas no tienen ni grasa ni azúcar, y al igual que el primero tiene la lista completa del supermercado.

Gracias a 3 personas muy importantes en mi vida, hoy puedo decir que soy una mujer independiente, profesional y sobre todo feliz. Mi mamá se dedicó a enseñarme a hacer todo tipo de trabajos manuales, a siempre estar ocupada, a ser perfeccionista y hacer las cosas de una forma impecable. Mi papá me enseñó siempre el valor de la educación, la disciplina, y sobre todo el tratar de alcanzar la excelencia. Mi abuela Mamay, con su ejemplo de vida, me dio quizá el consejo que más me ha servido: a nunca decir que no a ningún trabajo, a no tener miedo y tomar las oportunidades con todo.

Hoy, a mis 37 años de vida, con dos hijas preciosas, una familia incondicional, un novio maravilloso y varias de mis metas cumplidas, no me queda más que agradecer a Dios y a todas las personas que creyeron en mí desde un inicio. Incito a todas las mujeres que lean esto a que se atrevan a perseguir sus sueños y sus metas siempre sin miedo y a exigirse más cada día hasta lograrlo.

Pueden conocer más de este lindo movimiento en: https://www.facebook.com/seeherempowered/