Andrea Cabrera nos habla del estrés en los niños.

Mucho se habla sobre lo importante que es para los niños y adultos vivir una vida sin estrés. Y claro, es cierto: altos niveles de estrés pueden afectar nuestro sistema inmune, nuestro estado de ánimo, percepción general del mundo y nuestra alimentación. Sin embargo, los padres podemos sentir mucha carga al creer que tenemos que dar a nuestros hijos una niñez completamente libre de estrés. Esto no solo es imposible, sino que además se ha demostrado recientemente que los niños necesitan cantidades adecuadas de estrés en su vida para aprender a lidiar con él: ¿cómo podemos manejar algo que nunca hemos experimentado?

Lo mejor es que los niños puedan tener estrés en cantidades controladas y que como padres les enseñemos a manejar ese estrés, no solamente con técnicas y herramientas, sino que también manejándolo mejor nosotros. Durante los primeros 10 años de vida, el aprendizaje mayor de los niños ocurre a través de la observación y modelación: aprendizaje vicario. De esta manera, los niños podrán crecer y lidiar con los niveles de estrés en aumento que se presentarán durante su adolescencia y especialmente durante su vida adulta.

La clave está entonces en ayudarlos a llevar el estrés al que son expuestos (no en evitarles el estrés, ni situaciones estresantes). Les comparto algunas actividades calmantes que pueden ayudar a los niños, especialmente si son muy activos:

La ciencia ha descubierto que las actividades repetitivas y generalmente aquellas que implican la motricidad fina, ayudan a reducir la ansiedad. Para los niños funcionan muy bien actividades como los rompecabezas o pintar con pinceles y pintura. Los movimientos rítmicos y repetitivos de ambas actividades tienen efectos directos sobre el centro de relajación del cerebro de los niños.

  • JUGAR CON LEGOS: como les comentaba anteriormente, ejercicios de motricidad fina y concentración que les ayudan a relajarse y enfocarse.
  • CRAFT ACTIVITIES: muchas veces creemos que estos ejercicios manuales son solamente para niños pequeños, pero incluso los adultos se benefician también. El origami o la costura, por ejemplo, son actividades que niños y niñas más grandes pueden hacer con beneficios para el manejo del estrés.
  • ACTIVIDADES SENSORIALES: Otra vez, esto no solo aplica para niños pequeños, ¡los grandes se benefician también! Poder jugar con plasticina, tener una caja con elementos con distintas texturas (arena, frijoles, arroz, etc.) tiene un efecto calmante en todos. Se puede crear una “caja sensorial” con estos materiales y dejarla al alcance de todos en casa.
  • “DEMO”: Se les llama “demo” a estas actividades ya que consisten en que los niños puedan “romper” o “destruir” algo (un demo). No tiene que ser nada elaborado, el simple hecho de dejarlos romper papel con sus manos o cajas de cartón funciona de maravilla. En casa incluso se puede aprovechar para tener una caja de reciclaje y dejar que los niños rompan las cosas que hay dentro de esa caja (papeles, cajas donde vienen los juguetes empacados, etc.)

Para muchos niños, el colegio puede ser estresante. Hay muchas relaciones interpersonales, trabajo escolar y emociones que controlar. No es sorprendente que muchos niños tengan períodos difíciles al salir del colegio (por la tarde). Nuestro trabajo como padres es permitir un descanso emocional mientras están en casa. Esta necesidad no siempre nos la harán saber nuestros hijos de la “mejor” forma, pero podemos responder con amor para satisfacerla. Estas actividades relajantes pueden parecer sencillas, pero pueden proporcionar a los niños una salida y ayuda muy necesaria para llegar a un estado emocional más balanceado.